jueves, 24 de mayo de 2018

De las relaciones constructivas que se tornan destructivas...

    Nunca he podido distinguir esa delgada línea entre lo que es bueno y malo, será porque no existe, pero mis parámetros tienden a ser un tanto flexibles rayando a veces en lo absurdo. Hoy leí un comentario que me hizo alguna vez un ex novio en un post y sentí que había sido muy injusta con él en la manera de terminar la relación, me apoyó incondicionalmente durante mucho tiempo y me motivaba a cada momento para terminar la universidad y titularme; las relaciones en muy contadas ocasiones terminan bien, y es peor aun cuando antes de ser pareja fueron amigos y había una amistad sincera y abierta y cuando se involucran otros sentimientos termina por tergiversar la buena voluntad y sale a flote lo peor de nosotros.

    Mucha gente dice "quien me quiera, me aceptará como soy" sin embargo ¿qué tanto estamos dispuestos a aceptar algunas cosas por amor? Es fácil que un detalle negativo puede opacar todo un ramillete de virtudes, más aun cuando en nuestros parámetros resulta inaceptable... Recuerdo un día que un ex me dijo que por favor ya no dijera tantas groserías porque me veía mal, y ahi es cuando sale a flote la maravillosa frase "así me conociste ¿no?" El proceso de decepción, es a lo que llamo ese camino tortuoso en el que se van acabando las mariposas y se convierten en murciélagos que desgarran por dentro todo la imágen y percepción que estupidamente creamos de aquella persona especial, se van cayendo las máscaras que se construyen para hacer más notorias las cualidades que son importantes para la contraparte.

   Es bueno entonces ser sincero desde un inicio, al menos eso parece; aunque eructar a todo pulmón o pedorrearse en la primera cita no parece muy romántico desde ninguna perspectiva, pero cuando al principio es un proceso de aprendizaje y empatía, al bajar el nivel de hormonas salen a relucir las cosas que nunca fueron foco de atención y comienza el descenso de la espiral en la que parece que nuestra tolerancia puede llegar a cero, cuando vemos que el plan de vida es diferente, que no es tan bondadoso como aparenta, que tiene vicios ocultos que nunca percibiste.

   Definitivamente el amor no se acaba, pero la paciencia si y cuando los defectos se magnifican tienden a terminar por completo con todo aquello que parecía agradable


   "Cuando sienta que nuestro amor se muere, prometo recordar las razones que me hicieron amarte..."