lunes, 18 de febrero de 2019

De las construcciones y otras analogías...

    A lo largo de mi vida me he preguntado si en verdad existe el amor, con qué se come y cómo se vive de manera real; hay tantos tratados, estudios, definiciones y filosofías al respecto que resulta complicado decidirse por una y cada quien va tomando los elementos que mejor encajan para conformar su propia definición.
Si bien los Beatles dicen acertadamente en "If I fell" que el amor es más que sólo tomarse de las manos, hay tantas cosas que nos hacen cuestionarnos acerca de cómo llegar a construir el amor verdadero. La universidad me dejó una obsesiva compulsión por justificar y dar un marco teórico a mis pensamientos, a mi parecer la teoría sistémica se adapta a la mayoría de las circunstancias porque cada elemento representa un engrane que va moviendo una enorme maquinaria y si uno de ellos se quiebra o se ausenta, la maquinaria completa falla hasta no reemplazar o sustituir ese elemento; así como el constructivismo va dándo los elementos que se requieren para interpretar el entorno, ciertamente el trabajar en una constructora y que mi actual pareja sea arquitecto han dado pie a que haga una analogía sobre la construcción del amor, desde niña me han gustado las parábolas, símiles y analogías porque representan la paráfrasis de aquello que puede ser completamente distinto en su naturaleza pero en cuestión sistémica dá en el clavo.
Si quieres construir una relación a largo plazo, no solo debes buscar una buena ubicación en un barrio que te guste por su fachada y alrededores, debes ir hasta el fondo: hacer un estudio de mecánica de suelos para ver que la tierra donde vas a cimentar sea firme y no tengas hundimientos posteriores, hacer factibilidad de servicios porque no quieres que los habitantes de tu nuevo hogar se queden sin agua o que el drenaje resulte insuficiente para desechar lo que ya no sirve, revisar los respectivos usos de suelo para saber qué tantos niveles puedes construir sin peligro, tramitar los permisos ante las autoridades correspondientes de acuerdo al tipo de obra para saber los límites que existen y respetarlos para no incurrir en delitos o faltas administrativas. Todo esto implica trabajo previo de investigación e inversión de tiempo, puede ser tedioso porque todos detestamos la parte técnica pero creeme que si te saltas este paso lo vas a lamentar.
Si la proyección indica que en teoría todo puede funcionar, te avientas a comprar el terreno y comienzas la excavación, quizá ésta sea la etapa más escabrosa de la obra porque nunca sabes qué te puedes encontrar: quizá cadáveres aun en putrefacción de relaciones anteriores, fugas, deslaves, ruinas, tesoros o tal vez nada, pero cada hallazgo te permitirá saber donde colocarás tus cimientos y sabrás las características de fondo del terreno.
Ya que termina la excavación en la que se removieron y quedaron completamente expuestos lo que consideramos nuestros propios cimientos, comenzamos a colocar la cimentación de acuerdo al nuevo cálculo estructural: ¿En verdad hasta donde quieres llegar? Si en realidad su proyecto de vida empata, puede que éste sea ambicioso, asi que se requieren cimientos fuertes para que aun y cuando la primera fase solo incluya un par de niveles, puedan sostener una ampliación posterior.
Cimentación finalizada, vamos por la estructura; es la que va a sostener las paredes de nuestro hogar, el acero que va a soportar el peso de la edificación, debe ser firme para contener y a la vez tener un nivel de ductilidad capáz de resisitir los movimientos sísmicos propios de la vida diaria, los problemas que enfrentamos y evitan que se desmorone lo ya construido, columnas, trabes y losas que comienzan a formar eso que en un inicio sólo eran ideas plasmadas con líneas sobre un rollo de papel.

Y nos detuvimos antes de comenzar a construir, algo falló en el cálculo, quizá el terreno no fue el mejor, quizá era una obra demasiado ambiciosa y nos quedamos cortos de recursos para continuar, talvez sea sólo una pausa para replantear el proyecto, quizá lo rematemos para no perder y recuperar parte de lo invertido; pero pase lo que pase definitivamente ganamos experiencia, sin etiquetas de buenas o malas, solo experiencia que nos hará tomar decisiones más acertadas en el futuro para nuestro beneficio, que la obra que iniciamos juntos es hermosa y atemporal y siempre hay forma de replantear los planos, construir un puente, cruzarlo y después quemarlo.

Gracias. 

De las expectativas y otras cosas del ego

En ocasiones sentimos que nada es suficiente, se puede considerar como ambición o una forma de satisfacer nuestras necesidades ya sea materiales o afectivas, pero ¿hasta donde son nuestras necesidades y en qué momento se convierten en exigencias hacia los demás que demandan satisfacer nuestro ego? ¿Dónde está el límite que hace que nos convirtamos en victimarios para llenar nuestras carencias que surgen desde el inconsciente para traernos a nuestra atención vivencias negativas de nuestro pasado que se van convirtiendo en demandas que deben ser cumplidas por los demás para llenar ese vacío existencial?

Muchas veces me he preguntado si en realidad exigía un aumento de sueldo para comprar cosas que no necesitaba y no porque realmente lo requería, otras tantas me pregunto si la atención que recibía de mi pareja era resultado de un interés genuino en la relación o de mi posesividad generada por mis carencias afectivas.

Hace unos días tuve una plática que me hizo reflexionar acerca del bien y el mal, estos conceptos desde hace mucho no tienen validez en mi criterio, porque no hay personas buenas ni malas, tampoco actos bondadosos o malvados, porque su origen radica en la subjetividad y en factores sociales y culturales, mi parámetro está más bien regulado por el efecto que mis actos generan en mí y en los demás; si le entrego a alguien información que resulte necesaria puede agradecerlo por interesarme en su integridad u odiarme por ser una chismosa metiche.

Pero en ocasiones el interés por obtener un beneficio personal nos hace olvidar cuanto podemos lastimar a los demás en el intento de alcanzar nuestra meta (el fin justifica los medios) en esos momentos nuestro ego nos deja ciegos y no importa el precio a pagar, damos por hecho que nuestra voluntad debe ser cumplida.

He estado envuelta en una serie de conflictos mentales en los que al inicio podía sentir que solo mi sentir era correcto y debía defenderlo hasta el final de cualquier amenaza que quisiera callarlo, sin embargo pude percibir que al intentar llevarlo acabo lastimé a quien amo, creía que él pretendía desacreditar mis pensamientos cuando en realidad sólo intentaba protegerse de un daño que había sufrido en el pasado y aún no había trascendido.

Mientras atravesaba por estos conflictos, alguien me dijo que en las cuestiones del amor, lo mejor era dejar de escuchar mis pensamientos y escuchar al corazón, lo cual en principio me sonó bastante estúpido ¿Cómo escuchas a un órgano que no emite pensamientos? Y justamente es por ello que hay que escucharlo, el corazón no sabe de prejuicios, ni de razas, ni de género, ni de egoísmo... Sólo siente y es sabio, en él no hay conceptos, solo realidades. Así que hoy intento escuchar a mi corazón con la esperanza de que mis conflictos mentales se vayan desvaneciendo, solo queda dejar de esperar el futuro incierto para vivir el presente, dejar de preocuparme para ocuparme de mi vida y dejarme sorprender por lo que venga.

About the tons of therapy taken and still fucked up...

Somos seres imperfectos y buscamos la forma de alcanzar un cierto grado de perfección en nuestras vidas; desde mi experiencia he percibido como cada omisión y acción durante nuestra niñez deja una huella en nosotros para convertirse en una futura patología psiquiátrica, algunos no las perciben o tienen la resiliencia y capacidad de trascenderla de forma sencilla, ignorarla o simplemente vivir con ella, sin embargo hay quienes crecimos con una nula inteligencia emocional, hasta el día de hoy creía que la envidia no cabía en mi, sin embargo mi envidia traspasa los limites de lo material: yo no envidio las casas, coches o logros profesionales de quienes me rodean, hoy caí en cuenta de que envidio su capacidad de tener una vida en apariencia felíz y si en verdad no es feliz y es completamente miserable o triste, que me digan cómo carajos hacen para que no les afecte al grado de derrumbarse como yo, hay quienes creen que soy fuerte pero yo no siento esa fortaleza cada vez que me quiebro en pedazos.

Ayer veía unos pájaros enjaulados y vinieron a mi muchos pensamientos y sentimientos al respecto, entre ellos pensar que muchos de ellos no sobrevivirían fuera de su cautiverio, que algunos quizá ni podrían volar porque sus alas estan entumidas por el reducido espacio donde llevan meses siendo bellos y cantando su canción, sin embargo me pregunto qué tan felices serán los pájaros que vuelan libres por los cielos, o si la felicidad es solo una idea creada por los seres humanos y nada de lo que escribo tiene sentido.

Recuerdo que alguien me dijo que todos somos esclavos de algo, pero cuando tomas un proceso terapéutico eres libre de elegir tus cadenas, esa persona hace poco se fue de mi vida solicitando una pausa y me dejó con una enorme sensación de vacío tras compartir nuestras vidas durante unos meses, -mis cadenas ya eran incomodas y lastimaban-, lo cual me hace pensar en lo complicado de una relación sentimental en la que no importa cuanta terapia tengas encima, cuan despierto emocional y espiritualmente te encuentres, siempre habrá algo que no te permita sentir y entregarte, que siempre estarán latentes esos miedos a los que te enfrentas día a día, esas ideas implantadas que nos atormentan y no nos dejan avanzar y soltar y que darse cuenta de muchas cosas al final solo te da más en la madre, que el estado natural de la humanidad es la inocencia de la niñez donde todo está integrado y lleno de asombro, pero con el tiempo te vas dividiendo, te fragmentas a tal grado que no hay forma en que los pedazos vuelvan a integrarse, en que las piezas ya no encajan por el desgaste de intentar de una y mil formas que lo hagan, que olvidamos vivir y sentir al intentar vivir mejor, al intentar desprendernos de lo que nos hace daño, alejarnos de quien nos enfrenta a la realidad que no queremos ver porque duele.

Vivimos en sociedad, los animales en parvadas, manadas y jaurías, nos integramos porque la división produce un efecto de aislamiento en donde la soledad te hace vulnerable, quienes se jactan de ser solitarios a veces son quienes de más compañía gozan, pero lo hacen sin crear lazos, mediante el desapego lejos de la codependencia, la sociedad te enseña que unidos vencerán pero te desintegra a cada momento, decían que Amor Vincit Omnia pero vivimos llenos de odio, resentimiento y estamos lejos de practicar el amor para vencer cualquier obstáculo, en realidad estamos lejos de saber siquiera qué carajos es el amor y cómo se vive en él, tenemos tantas opciones y conceptos que terminamos confundidos y cada quien crea su propia definición que le hace sentir cómodo, así como hay diferentes tipos de dios para que cada quien elija el que le siente mejor, el punto es que entre más terapia tomo y más avanzo me siento igual de perdida o más que en un inicio, que mis juntas de NA me ayudan a mantener la calma, que las pastillas me mantienen lejos de una crisis neurótica pero mi mente acelera a la velocidad de la luz y detenerla resulta complicado, que el mas grande anhelo que tengo en mi vida es sentir paz, no desbordarme y si lo hago recuperarme pronto, no sentir necesidad de la compañía de otra persona y vivir de acuerdo a como viene la vida, que aunque sea dolorosa, no llegar al sufrimiento, aceptarme y sentir verdaderamente que soy la persona más importante, amarme y respetarme todos los dias de mi vida, hasta que la muerte nos separe.

martes, 2 de octubre de 2018

De las cosas que no aceptamos...

Hola papá:

Te extraño...

Obvio, cómo no voy a extrañar esas largas horas platicando de todo y de nada, en las que destruíamos el mundo y lo volvíamos a construir, todas las anécdotas de tu juventud llenas de alcohol, juergas y aventuras que casi siempre terminaban en golpes, cómo olvidar la ilusión que veía en tus ojos cuando empezaste a salir con "L" y nunca te hice saber que no te juzgaba y que me hacía felíz verte con esa sonrisa, quizá creiste que era una niña como para entenderlo pero verte felíz llenaba mi alma, cómo olvidar los desayunos del fin de semana cuando nadie quería levantarse temprano y terminabamos yendo solos, los viajes a Disneyworld, las salidas a la playa, cada museo recorrido a tu lado, los libros de arte que me regalabas, cuando jugabamos a no pisar línea en carretera y quien perdiera invitaba el desayuno, las veces que intentaste ser un papá normal y llevarnos a todos al bosque y al zoológico, cómo olvidar cómo jugabas con tus nietos, las veces que me pedías pasta con salsa rústica porque sabías que sólo yo la preparaba como te gustaba, cuando empezaba la temporada de la NFL y todos nos odiaban porque no los dejabamos ver otra cosa mas que football, esos trayectos donde escuchabamos a Serrat y me dabas todo el trasfondo de la canción, verte llorar escuchando "Lucía", cómo olvidar ese día en que me dijiste que yo era la razón de tu vida y lo que más amabas...

Durante un tiempo estuve enojada con la vida, con Dios, con el universo y también contigo por irte y abandonarme, por dejarme aqui con tantas palabras por decirte, con tantos abrazos por darte, con tantas ganas de escucharte... Ese maldito cáncer que se llevó tu vida, no es otra cosa más que el resultado de la sociedad que te dijo que los hombres no lloran y tienen que ser fuertes y a nadie deben decir lo que les entristece el alma y atormenta su espíritu, y con ello tu cuerpo guardó en cada célula lo que callaste, todo aquello que querías gritar y que alguien te abrazara y te dijera que todo iba a estar bien mientras llorabas, todo aquello que hiciste y no te perdonaste, cuando decías que tú eras malo y lo merecías... Toda esa tristeza y angustia te mató por dentro y te fue acabando hasta que te fuiste. Ahora con tu partida se que no debo callarme, que debo cuidar mi cuerpo pero también mi alma y mis pensamientos, que necesito agradecer más y reclamar menos, que las cosas no son siempre lo que parecen y está bien, que no toda la gente es basura como tú decías, que puedo confiar y que no todo es sufrimiento y cargar una cruz, también puedo ser felíz y preocuparme un poco menos por los demás y ocuparme más de mí.

Gracias papá, aunque deseo tanto abrazarte de nuevo, espero no verte pronto aunque siempre estas conmigo. Te amo.

domingo, 24 de junio de 2018

De los finales tristes y otras cosas

Aquí estoy ante ti...

Me entrego como un libro abierto para que puedas leer todas y cada una de mis páginas, algunas están escritas en hermosa caligrafía, llenas de florituras y tintas de colores, algunas otras son casi ilegibles, arrugadas y con tinta corrida por las lágrimas.

Si deseas en realidad comprenderme, te pido que las leas todas, no saltes ninguna, en ellas encontrarás por qué se me entristece el alma, sabrás por qué durante al menos una vez al mes mis lágrimas brotan solas de mis ojos sin motivo aparente, sabrás por qué extraño a mi oso de peluche y me levanto a fumar por las noches, por qué a veces digo tanto y a veces nada, entenderás por qué me quedo contemplando la nada y me refugio en mi oficina como si fuera mi casa del árbol, también encontrás la razón de mi mal humor y de mi ternura, de mis fetiches y manías, de mis filias, mis fobias e incongruencias.

Léeme y no me juzgues, léeme con una mente abierta y sin prejuicios, léeme como si fuera una novela de ciencia ficción, ahí donde no existe la lógica ni la razón, dónde cualquier cosa puede suceder en el momento más inesperado, pasa cada página con cuidado porque hay algunas frágiles, pueden romperse en cualquier momento, léeme con el mismo respeto que yo te doy al abrir mis páginas para tí.

Cómo puedes ver, aún quedan capítulos por escribir, aún me quedan hojas en blanco para continuar, tengo lista la tinta y las plumillas para seguir y ahora que me has leído puedes decidir si puedo ser tu libro favorito o me dejarás en el estante, no puedo darte nada a cambio mas que éstas páginas vacías para escribir, quiero saber si la siguiente página será un adiós más o un para siempre que durará un par de capítulos hasta que decidas irte como cada protagonista que llegó y se fue, al final sólo quiero ser como un libro de Kawakami, que aunque el final sea triste, tenga capítulos que valieron la pena, porque todos los finales son tristes y las despedidas lo son aún más.

martes, 12 de junio de 2018

De las declaraciones de amor sin destinatario...

Hola extraño, sé que aún no me conoces ni yo a tí, pero sé que me piensas igual que yo mientras estamos mirando el techo, acostados en la cama sabiendo que algún día nos hemos de encontrar, sé que te han lastimado tanto como a mí y que has llorado por todas las veces que entregaste tu corazón y lo despedazaron, sé cuánto te ha dolido porque a mí me han hecho lo mismo, ambos merecemos tanto y hemos recibido tan poco, a la vista de los demás no necesitamos nada porque estamos completos, y lo estamos... Sin embargo hay un rincón dentro de nosotros reservado para alguien que no tenga miedo de sentir, de reír, de equivocarse, de ser brutalmente honesto y hasta de ser ridículo; que aun y con las tantas heridas que portamos en el alma, estamos dispuestos a entregarnos una vez más porque sabemos que en algun momento vamos a encontrarnos, para terminar la espera, para ser nosotros...

Hola extraño, se que tanto tú como yo tenemos todo un playlist con canciones que jamás hemos dedicado, sé que hay lugares que quieres que visitemos juntos, yo ya tengo en mente todas las cosas que cocinaré para tí. Sabes, ya pensé a dónde iremos en nuestro primer viaje juntos, sé que te gusta el mar tanto como a mí, nos sentaremos a la orilla de la playa para ver el atardecer; caminaremos tomados de la mano mientras decimos estupideces y reímos a carcajadas, nos besaremos mientras el ocaso nos cubre con su oscuridad para buscar dónde hacernos uno, una y otra vez; esto lo habíamos soñado tantas veces y la realidad nos hizo olvidarlo para seguir con el día a día, para enfrentarnos a los hipócritas que juraban sinceridad y de quienes sólo recibimos mentiras. Pero en el fondo sabíamos que estábamos pacientes, esperando a encontrarnos, a no soltarnos.

Hola extraño, aun no me he reflejado en tus ojos, ni sé tu nombre, ni he rozado tus labios, tampoco he probado tus mieles y aún no llevo en mí tu aroma, no se cuándo sabré de tí, sólo sé que algún día llegarás y ésta locura que se nos desborda por la mirada nos hará reconocernos para dejar de ser extraños, para compartir nuestros días y entregarnos nuestras noches, cantar y bailar juntos aunque la música se detenga porque juntos haremos nuestra propia canción.

Con todo el amor que me tengo y quiero compartir contigo, 
Leona.

lunes, 4 de junio de 2018

De la magia mal ejecutada y otras cosas...

Llevo alrededor de media hora escribiendo y borrando párrafos acerca de tantas cosas que me vienen a la mente, sin embargo no logro aterrizar nada de lo que traigo hecho nudo entre la cabeza y el corazón, después de haber sido el mejor modelo del "calladita te ves más bonita" y haber enterrado mis pensamientos lo más profundo posible, me prometí a mi misma jamás quedarme callada sobre algo que me molestara o inquietara, todo para evitar la asquerosa ansiedad y sus ataques.

Después de mi ruptura de compromiso nupcial decidí que no necesitaba ser "la señora de Tal" y que no había necesidad tampoco de una formalidad con alguien, así que ejercí mi soltería de la mejor o quizá peor manera posible, el calificativo sale sobrando cuando te das cuenta que muy en el fondo si quieres que quien comparte tu cama se quede a desayunar y talvez hasta a comer; que piensas que no estaría tan mal tener a quien llamar cuando te llega una invitación a un evento con dos boletos y al intentar devolver uno te responden con un "pues lleva a alguien" pero sabes que es una indirecta muy directa de la familia para hacerte saber que eres la única mujer de tu familia que sigue soltera, que hasta el papá de tu jefe te dice que ya no estas en edad de seguir soltera y que aun y cuando te cansaste de argumentarle a todo el mundo que el matrimonio o la vida en pareja no es lo tuyo, hay una voz amordazada por dentro que quiere gritar "claro que quieres, sueltame, quiero tener a quien amar" y me negué a escucharla y en ese tenor dije que no quería estar con nadie y que iba a conocerme y todo el rollo existencial que encontraba para mantenerme fuera de una relación formal.

Un buen día conocí a alguien que pidió un periodo de prueba para ver qué pasaba, y después de haber perdido tantas oportunidades en mi vida de diversa naturaleza, decidí que no debía negarme la oportunidad de intentarlo, así que dije que si... Vestí mi alma de colores y la entregué como el único regalo que puedo entregar, hubo tanta honestidad en sus palabras que estúpidamente creí que nada podía salir mal, pero jamás digas eso porque Murphy puede venir a meter su cuchara y decirte cuan equivocado estas, no recuerdo haber sentido alguna vez tanto miedo de fallar: fallarme a mi, a él y al mundo... En mi afán de hacer bien las cosas todo salió mal, no tomé en cuenta el factor hormonal y sus efectos adversos en mí ¡En verdad quería que fuera él! había química, podía dormir plácidamente entre sus brazos, me enamoré de sus mensajes de voz y de los movimientos de sus manos al hablar, de su mirada que me transmitía tanta calma, era ese tipo de hombre que sin problema alguno llevas a una reunión familiar sin temor a la hoguera, no era mayor sino de mi edad, alto, bien parecido, con una voz encantadora y una sonrisa que sabía derretiría hasta a la más perra de mis tías; tan trabajador que hasta mis tios lo abrazarían en señal de aceptación y entonces yo cual novia enamorad... ESPERA! Su silencio incómodo cuando le preguntaron durante nuestra última cita ¿Y qué son? respondió todas mis preguntas y congeló todo dentro de mí.

Una vez más puse una carga muy pesada en los hombros de alguien y en mi misma, de nueva cuenta entregué todo lo que tengo a un perfecto desconocido que pasaba por su escrutinio cada una de mis palabras y acciones para ser juzgadas bajo conocimiento ficto de causa como si una relación fuera un juicio mercantil, alguien que no se permite sentir y que al menor gesto de emoción levanta pilonas de acero para destruir con indiferencia todo lo que pretenda cruzar su frontera. Y hace bien, desearía poder realizar ese mismo análisis frío y detallado de las cosas para no caer en ilusiones sin sentido con personas que hacen de su actuar un contrato con clausulas tan severas de penalización que al menor error, termina anulado; en mi trabajo lo hago todos los días, analizo cada situación para evaluar los posibles riesgos, leo a la gente, veo cuando mienten, analizo su lenguaje corporal, ¿Por qué carajos no puedo hacerlo con quien me involucro? Falta de inteligencia emocional quizá, hasta a la mejor Leona se le va la cebra, por lo que sea... Murphy ganó de nuevo.

Probablemente no lo leas, probablemente si, me enseñaste la lección más valiosa de mi vida: No entregarme y no confiar en nadie hasta que demuestre lo contrario. Se que debo darte las gracias pero no quisiera, porque en verdad quería que fueras tu, que no fueras tan severo en tus juicios, pero la gente nunca cambia y el fuego nunca sale de juerga con el hielo. Al final, la liebre no salió del sombrero, el acto del mago no salió como lo planeaba y es que a la liebre se le atravesaron las hormonas.

En verdad lo siento, perdón, gracias por todo, adios.