La inexistente melena de una Leona
lunes, 18 de febrero de 2019
De las construcciones y otras analogías...
De las expectativas y otras cosas del ego
About the tons of therapy taken and still fucked up...
Ayer veía unos pájaros enjaulados y vinieron a mi muchos pensamientos y sentimientos al respecto, entre ellos pensar que muchos de ellos no sobrevivirían fuera de su cautiverio, que algunos quizá ni podrían volar porque sus alas estan entumidas por el reducido espacio donde llevan meses siendo bellos y cantando su canción, sin embargo me pregunto qué tan felices serán los pájaros que vuelan libres por los cielos, o si la felicidad es solo una idea creada por los seres humanos y nada de lo que escribo tiene sentido.
Recuerdo que alguien me dijo que todos somos esclavos de algo, pero cuando tomas un proceso terapéutico eres libre de elegir tus cadenas, esa persona hace poco se fue de mi vida solicitando una pausa y me dejó con una enorme sensación de vacío tras compartir nuestras vidas durante unos meses, -mis cadenas ya eran incomodas y lastimaban-, lo cual me hace pensar en lo complicado de una relación sentimental en la que no importa cuanta terapia tengas encima, cuan despierto emocional y espiritualmente te encuentres, siempre habrá algo que no te permita sentir y entregarte, que siempre estarán latentes esos miedos a los que te enfrentas día a día, esas ideas implantadas que nos atormentan y no nos dejan avanzar y soltar y que darse cuenta de muchas cosas al final solo te da más en la madre, que el estado natural de la humanidad es la inocencia de la niñez donde todo está integrado y lleno de asombro, pero con el tiempo te vas dividiendo, te fragmentas a tal grado que no hay forma en que los pedazos vuelvan a integrarse, en que las piezas ya no encajan por el desgaste de intentar de una y mil formas que lo hagan, que olvidamos vivir y sentir al intentar vivir mejor, al intentar desprendernos de lo que nos hace daño, alejarnos de quien nos enfrenta a la realidad que no queremos ver porque duele.
Vivimos en sociedad, los animales en parvadas, manadas y jaurías, nos integramos porque la división produce un efecto de aislamiento en donde la soledad te hace vulnerable, quienes se jactan de ser solitarios a veces son quienes de más compañía gozan, pero lo hacen sin crear lazos, mediante el desapego lejos de la codependencia, la sociedad te enseña que unidos vencerán pero te desintegra a cada momento, decían que Amor Vincit Omnia pero vivimos llenos de odio, resentimiento y estamos lejos de practicar el amor para vencer cualquier obstáculo, en realidad estamos lejos de saber siquiera qué carajos es el amor y cómo se vive en él, tenemos tantas opciones y conceptos que terminamos confundidos y cada quien crea su propia definición que le hace sentir cómodo, así como hay diferentes tipos de dios para que cada quien elija el que le siente mejor, el punto es que entre más terapia tomo y más avanzo me siento igual de perdida o más que en un inicio, que mis juntas de NA me ayudan a mantener la calma, que las pastillas me mantienen lejos de una crisis neurótica pero mi mente acelera a la velocidad de la luz y detenerla resulta complicado, que el mas grande anhelo que tengo en mi vida es sentir paz, no desbordarme y si lo hago recuperarme pronto, no sentir necesidad de la compañía de otra persona y vivir de acuerdo a como viene la vida, que aunque sea dolorosa, no llegar al sufrimiento, aceptarme y sentir verdaderamente que soy la persona más importante, amarme y respetarme todos los dias de mi vida, hasta que la muerte nos separe.
martes, 2 de octubre de 2018
De las cosas que no aceptamos...
Hola papá:
Te extraño...
Obvio, cómo no voy a extrañar esas largas horas platicando de todo y de nada, en las que destruíamos el mundo y lo volvíamos a construir, todas las anécdotas de tu juventud llenas de alcohol, juergas y aventuras que casi siempre terminaban en golpes, cómo olvidar la ilusión que veía en tus ojos cuando empezaste a salir con "L" y nunca te hice saber que no te juzgaba y que me hacía felíz verte con esa sonrisa, quizá creiste que era una niña como para entenderlo pero verte felíz llenaba mi alma, cómo olvidar los desayunos del fin de semana cuando nadie quería levantarse temprano y terminabamos yendo solos, los viajes a Disneyworld, las salidas a la playa, cada museo recorrido a tu lado, los libros de arte que me regalabas, cuando jugabamos a no pisar línea en carretera y quien perdiera invitaba el desayuno, las veces que intentaste ser un papá normal y llevarnos a todos al bosque y al zoológico, cómo olvidar cómo jugabas con tus nietos, las veces que me pedías pasta con salsa rústica porque sabías que sólo yo la preparaba como te gustaba, cuando empezaba la temporada de la NFL y todos nos odiaban porque no los dejabamos ver otra cosa mas que football, esos trayectos donde escuchabamos a Serrat y me dabas todo el trasfondo de la canción, verte llorar escuchando "Lucía", cómo olvidar ese día en que me dijiste que yo era la razón de tu vida y lo que más amabas...
Durante un tiempo estuve enojada con la vida, con Dios, con el universo y también contigo por irte y abandonarme, por dejarme aqui con tantas palabras por decirte, con tantos abrazos por darte, con tantas ganas de escucharte... Ese maldito cáncer que se llevó tu vida, no es otra cosa más que el resultado de la sociedad que te dijo que los hombres no lloran y tienen que ser fuertes y a nadie deben decir lo que les entristece el alma y atormenta su espíritu, y con ello tu cuerpo guardó en cada célula lo que callaste, todo aquello que querías gritar y que alguien te abrazara y te dijera que todo iba a estar bien mientras llorabas, todo aquello que hiciste y no te perdonaste, cuando decías que tú eras malo y lo merecías... Toda esa tristeza y angustia te mató por dentro y te fue acabando hasta que te fuiste. Ahora con tu partida se que no debo callarme, que debo cuidar mi cuerpo pero también mi alma y mis pensamientos, que necesito agradecer más y reclamar menos, que las cosas no son siempre lo que parecen y está bien, que no toda la gente es basura como tú decías, que puedo confiar y que no todo es sufrimiento y cargar una cruz, también puedo ser felíz y preocuparme un poco menos por los demás y ocuparme más de mí.
Gracias papá, aunque deseo tanto abrazarte de nuevo, espero no verte pronto aunque siempre estas conmigo. Te amo.
domingo, 24 de junio de 2018
De los finales tristes y otras cosas
Aquí estoy ante ti...
Me entrego como un libro abierto para que puedas leer todas y cada una de mis páginas, algunas están escritas en hermosa caligrafía, llenas de florituras y tintas de colores, algunas otras son casi ilegibles, arrugadas y con tinta corrida por las lágrimas.
Si deseas en realidad comprenderme, te pido que las leas todas, no saltes ninguna, en ellas encontrarás por qué se me entristece el alma, sabrás por qué durante al menos una vez al mes mis lágrimas brotan solas de mis ojos sin motivo aparente, sabrás por qué extraño a mi oso de peluche y me levanto a fumar por las noches, por qué a veces digo tanto y a veces nada, entenderás por qué me quedo contemplando la nada y me refugio en mi oficina como si fuera mi casa del árbol, también encontrás la razón de mi mal humor y de mi ternura, de mis fetiches y manías, de mis filias, mis fobias e incongruencias.
Léeme y no me juzgues, léeme con una mente abierta y sin prejuicios, léeme como si fuera una novela de ciencia ficción, ahí donde no existe la lógica ni la razón, dónde cualquier cosa puede suceder en el momento más inesperado, pasa cada página con cuidado porque hay algunas frágiles, pueden romperse en cualquier momento, léeme con el mismo respeto que yo te doy al abrir mis páginas para tí.
Cómo puedes ver, aún quedan capítulos por escribir, aún me quedan hojas en blanco para continuar, tengo lista la tinta y las plumillas para seguir y ahora que me has leído puedes decidir si puedo ser tu libro favorito o me dejarás en el estante, no puedo darte nada a cambio mas que éstas páginas vacías para escribir, quiero saber si la siguiente página será un adiós más o un para siempre que durará un par de capítulos hasta que decidas irte como cada protagonista que llegó y se fue, al final sólo quiero ser como un libro de Kawakami, que aunque el final sea triste, tenga capítulos que valieron la pena, porque todos los finales son tristes y las despedidas lo son aún más.
martes, 12 de junio de 2018
De las declaraciones de amor sin destinatario...
Con todo el amor que me tengo y quiero compartir contigo,
Leona.
lunes, 4 de junio de 2018
De la magia mal ejecutada y otras cosas...
Después de mi ruptura de compromiso nupcial decidí que no necesitaba ser "la señora de Tal" y que no había necesidad tampoco de una formalidad con alguien, así que ejercí mi soltería de la mejor o quizá peor manera posible, el calificativo sale sobrando cuando te das cuenta que muy en el fondo si quieres que quien comparte tu cama se quede a desayunar y talvez hasta a comer; que piensas que no estaría tan mal tener a quien llamar cuando te llega una invitación a un evento con dos boletos y al intentar devolver uno te responden con un "pues lleva a alguien" pero sabes que es una indirecta muy directa de la familia para hacerte saber que eres la única mujer de tu familia que sigue soltera, que hasta el papá de tu jefe te dice que ya no estas en edad de seguir soltera y que aun y cuando te cansaste de argumentarle a todo el mundo que el matrimonio o la vida en pareja no es lo tuyo, hay una voz amordazada por dentro que quiere gritar "claro que quieres, sueltame, quiero tener a quien amar" y me negué a escucharla y en ese tenor dije que no quería estar con nadie y que iba a conocerme y todo el rollo existencial que encontraba para mantenerme fuera de una relación formal.
Un buen día conocí a alguien que pidió un periodo de prueba para ver qué pasaba, y después de haber perdido tantas oportunidades en mi vida de diversa naturaleza, decidí que no debía negarme la oportunidad de intentarlo, así que dije que si... Vestí mi alma de colores y la entregué como el único regalo que puedo entregar, hubo tanta honestidad en sus palabras que estúpidamente creí que nada podía salir mal, pero jamás digas eso porque Murphy puede venir a meter su cuchara y decirte cuan equivocado estas, no recuerdo haber sentido alguna vez tanto miedo de fallar: fallarme a mi, a él y al mundo... En mi afán de hacer bien las cosas todo salió mal, no tomé en cuenta el factor hormonal y sus efectos adversos en mí ¡En verdad quería que fuera él! había química, podía dormir plácidamente entre sus brazos, me enamoré de sus mensajes de voz y de los movimientos de sus manos al hablar, de su mirada que me transmitía tanta calma, era ese tipo de hombre que sin problema alguno llevas a una reunión familiar sin temor a la hoguera, no era mayor sino de mi edad, alto, bien parecido, con una voz encantadora y una sonrisa que sabía derretiría hasta a la más perra de mis tías; tan trabajador que hasta mis tios lo abrazarían en señal de aceptación y entonces yo cual novia enamorad... ESPERA! Su silencio incómodo cuando le preguntaron durante nuestra última cita ¿Y qué son? respondió todas mis preguntas y congeló todo dentro de mí.
Una vez más puse una carga muy pesada en los hombros de alguien y en mi misma, de nueva cuenta entregué todo lo que tengo a un perfecto desconocido que pasaba por su escrutinio cada una de mis palabras y acciones para ser juzgadas bajo conocimiento ficto de causa como si una relación fuera un juicio mercantil, alguien que no se permite sentir y que al menor gesto de emoción levanta pilonas de acero para destruir con indiferencia todo lo que pretenda cruzar su frontera. Y hace bien, desearía poder realizar ese mismo análisis frío y detallado de las cosas para no caer en ilusiones sin sentido con personas que hacen de su actuar un contrato con clausulas tan severas de penalización que al menor error, termina anulado; en mi trabajo lo hago todos los días, analizo cada situación para evaluar los posibles riesgos, leo a la gente, veo cuando mienten, analizo su lenguaje corporal, ¿Por qué carajos no puedo hacerlo con quien me involucro? Falta de inteligencia emocional quizá, hasta a la mejor Leona se le va la cebra, por lo que sea... Murphy ganó de nuevo.
Probablemente no lo leas, probablemente si, me enseñaste la lección más valiosa de mi vida: No entregarme y no confiar en nadie hasta que demuestre lo contrario. Se que debo darte las gracias pero no quisiera, porque en verdad quería que fueras tu, que no fueras tan severo en tus juicios, pero la gente nunca cambia y el fuego nunca sale de juerga con el hielo. Al final, la liebre no salió del sombrero, el acto del mago no salió como lo planeaba y es que a la liebre se le atravesaron las hormonas.
En verdad lo siento, perdón, gracias por todo, adios.